Descripción y características: Aptenia cordifolia es nativa de África meridional, pero es conocida en todo el mundo como planta ornamental. En algunas áreas crece silvestre como una especie introducida, a menudo después de haber escapado de cultivo. Hierba perenne, suculenta, con raíces, extendida sobre el suelo (postrada). Tallo ligeramente angulado, de 30 a 60 cm de largo; sin estípulas. Hojas opuestas, planas y pecioladas, de 1 a 3 cm de largo, su lámina es plana y ovada o en forma de corazón, en ambas caras presenta numerosas y diminutas vejigas que se observan colapsadas en el material seco. Flores solitarias en las axilas de las hojas, flores bisexuales, con cuatro sépalos, suculentos, pétalos numerosos en varios verticilos, unidos en la base, de 3 a 5 mm de largo, lineares, de color púrpura, estambres numerosos de diferentes longitudes. El fruto es una cápsula de 1.3 a 1.5 mm de alto. Semillas de 1 mm de largo o más, aproximadamente en forma de D, aplanadas, color café oscuro a negro, con la superficie (testa) ampollosa.
Cuidados y mantenimiento de Rocío, carcha, aptenia (Aptenia cordifolia): Especie que requiere mucha poca en el suelo. Se desarrolla en zonas templadas y en lugares con luz difusa y luz solar directa. Requiere de poca fertilización y de suelo francos. Usos: Se usa en lugares de sombra, como planta cubre suelo. Plagas y enfermedades No reportadas.
Características del suelo
Un aspecto interesante de Aptenia cordifolia es su baja exigencia en cuanto a la calidad y textura de suelo. El ideal es una textura franca con un régimen de humedad medio y que tengan un buen drenaje, evitando el encharcamiento.
El pH puede ser ligeramente ácido aunque no es una condición especial. En este rango es donde los micronutrientes, especialmente el hierro, se absorben con mayor facilidad.
Los suelos fértiles, donde se aporte materia orgánica cada año o cada 2 años (2-3 kg/m2 de media) hacen que la expansión horizontal de esta planta suculenta sea mucho más rápido, así como el aspecto de sus hojas y flores.
Riego
A pesar de ser una planta suculenta, podemos asociar equivocadamente que necesita mucha agua. Sin embargo, no es necesario, ya que Aptenia cordifolia posee un buen sistema radicular y es capaz de optimizar el agua, conservándolo en sus hojas, que tienen mucho grosor y están adaptadas al continente africano para no perder agua.
Tolera condiciones de sequía, pero lo ideal para aumentar su desarrollo horizontal es mantener un riego constante, especialmente en los meses de primavera y verano, cuando más se desarrolla y aparecen las primeras flores.
- Riego en primavera y verano: 2 a 3 riegos por semana, aportando entre 3 y 4 litros por metro cuadrado.
- Riego en otoño e invierno: 1 a 2 riegos por semana, aportando de 2 a 3 litros por metro cuadrado.
Para regar Aptenia cordifolia, se recomienda el riego por aspersión, ya que es una planta tapizante que ocupa mucha superficie. También se pueden emplear goteros difusores o riego exudante.
Abonado
El abonado para esta planta debe ser controlado, ya que su rápido crecimiento hace que pueda ocupar mucha zona en el jardín. Mantendremos el suelo fértil aportando de 2 a 3 kg/m2 de materia orgánica o compost descompuesto.
En primavera, cuando las temperaturas ascienden y se inicia el proceso de prefloración, es recomendable utilizar abonos sólidos o líquidos que contengan la mayoría de macronutrientes.