Luz solar

Es cierto que muchas plantas no necesitan contacto directo con el sol, pero sí necesitan luz. Las plantas deben recibir su dosis de luz diaria. Lo ideal es colocar las plantas de tal forma que se cumplan sus requisitos en cuanto a iluminación solar. Para ello, documéntate bien sobre el tipo de plantas que posees.

Cuando hablamos de plantas de interior, es aconsejable que estén cerca de una ventana donde reciban toda la luz indirecta posible, o que al menos “vean el cielo”.

Atención a las plagas y el polvo

Con el tiempo, tus plantas pueden volverse enfermizas y de aspecto triste como resultado de la acumulación de polvo y las infecciones por plagas de insectos.

Las plagas de insectos pueden actuar en cualquier momento sin que nos demos cuenta, por ello, es conveniente revisar de forma regular las plantas para que no mueran por una infestación. Si detectas una plaga acude a tu vivero de confianza, allí te dirán cuál es el mejor tratamiento para detenerla.

Previene esos problemas limpiándolas con un trapo suave y un insecticida orgánico cada dos de meses. Si observas que las plantas parecen particularmente polvorientas o enfermas, ten extra cuidado y límpialas un poco más a menudo, moviéndolas a una nueva ubicación si es necesario.

ATENCIÓN: No uses un plumero para limpiar tus plantas, ya que pueden transferir plagas bacterianas de un lugar a otro e infectar tus plantas.

CUIDADO DEL JARDÍN EN VERANO

El verano es la temporada en la que más disfrutamos del jardín, ya sea para relajarnos, recoger lo plantado en primavera, o simplemente para admirar en su máximo esplendor las plantas a las que hemos dedicado tantos cuidados. Los largos días de luz natural y las temperaturas más cálidas también implican algunas tareas específicas para que tu jardín en verano se mantenga exuberante también en la estación estival. Presentamos algunos trabajos clave mes a mes.