¿Qué necesita una parra de uvas?

Lo primero que deberás hacer es elegir el tipo de vid que más te guste aunque, sobre todo deberás tener en cuenta que se adapte bien al clima donde la vas a colocar.

Hasta que la parra de uvas haya crecido considerablemente pasarán 3 o 4 años. Para ir guiando por la superficie donde queremos que crezca, tenemos que facilitarle en un principio un buen tronco de base y dos ramas. Recuerda también que el suelo debe tener bastante abono y si la tierra es ligera, rocosa y con buen drenaje, los resultados serán mucho mejores. Aunque con contar con abundante humus y añadir abono orgánico en primavera, será suficiente para que la parra se desarrolle con todos los nutrientes necesarios.

En invierno tendremos que proteger sus raíces de las bajas temperaturas colocando un acolchado en la base. Las heladas pueden llegar a perjudicar todo el crecimiento que ha experimentado en la primavera. Lo bueno es que si tienes un buen seguro de hogar la aseguradora puede cubrir los daños en el jardín por una nevada.

Si se trata de frutales de pepita, el momento óptimo para aplicar tratamientos de prevención será cuando hayan perdido el 75% de la hoja mientras que si son de hueso puedes hacerlo al 50%

Aunque puedes suministrar estos tratamientos a través del riego, la pulverización es el método más recomendable. La razón es tan sencilla como que se reduce al máximo la posibilidad de dañar los hongos beneficiosos del suelo. Eso sí, evita aplicarlos en días de viento o con temperaturas por debajo de los 5º.