Elige la maceta o contenedor para tu árbol frutal

Por nuestra experiencia, os aconsejamos que sean de barro o piedra porque aíslan mejor las raíces, tanto del frío como del calor; ambos son materiales porosos que permiten respirar a la planta y mantener la humedad ambiental. Además, su peso contribuye a evitar que, en caso de vientos fuertes, el árbol termine en el suelo.

Los contenedores de plástico, madera o latón terminan deteriorándose por los efectos del agua y el sol, por lo que hay que sustituiros con frecuencia.

Es obvio que cuanto mayor sea el recipiente más crecerá vuestro árbol y mas fructificará, dependerá del espacio que cada uno disponga. Unas medidas adecuadas para plantar cualquier tipo de frutal son: 50 cm de alto x 50 cm de diámetro superior x 40 cm de base.

Nosotros tenemos un olivo que nos da aceitunas todos los años y no necesita para ello una maceta demasiado grande. Por cierto, lee el post sobre el secreto de los Mendoza si quieres saber cómo aliñar aceitunas caseras.

El desarrollo de árboles frutales se ha convertido en una práctica cada vez más extendida en el desarrollo de huertos domésticos, ya que, si bien requieren de una mayor inversión inicial, tanto en términos económicos como de tiempo, permiten la obtención de cosechas más o menos homogéneas durante varios años.

Del mismo modo, la belleza estética de la mayor parte de estas variedades vegetales, así como su tamaño más o menos considerable, también ha desembocado en que sean una alternativa muy a tener en cuenta a la hora de generar un entorno más atractivo y aprovechable en multitud de jardines domésticos.

En este sentido, si bien los árboles frutales suelen contar, por norma general, con una mayor capacidad de resistencia frente a la posible proliferación de plagas, enfermedades y malas hierbas, es conveniente que tengas presente la necesidad de prestarles la atención que necesitan, para garantizar así su salud y mantenimiento óptimo.