La Palma Licuala, conocida científicamente como Licuala Grandis, es originaria de las selvas tropicales del sudeste asiático y algunas regiones de África. Esta planta pertenece a la familia Arecaceae, la cual tiene más de 150 especies de palmeras provenientes de Asia, Nueva Guinea y también de algunas islas en el Pacífico.

Sus hojas grandes y redondas, de color verde oscuro y con forma de abanicos, capturan la esencia misma de los trópicos, llenando cualquier espacio con una sensación de serenidad y vida. Eso sí, toma en cuenta que no está entre las plantas pet-friendly; por lo que si hay mascotas cerca tendrás que tener cuidado.

. Le encanta la luz indirecta brillante

Si quieres verla feliz, colócala en un lugar donde reciba mucha luz pero filtrada, ya sea en un espacio exterior o interior. Puede tolerar un poco de luz solar directa temprano en la mañana o al atardecer, pero evita la luz intensa del mediodía. Si decides tenerla en interior, ponla cerca de una ventana luminosa.

. Crecerá mejor si tiene suficiente humedad

Mantén el sustrato de tu Palma Licuala ligeramente húmedo en todo momento. Evita que se seque por completo, pero tampoco lo satures. Un nivel de humedad moderado es clave para su bienestar. Riega con regularidad, dos veces por semana, ajustando la frecuencia según las condiciones del clima y la temporada.

. No le gustan las corrientes de aire ni temperaturas extremas

La Palma Licuala se siente más cómoda en un rango de temperatura entre los 20 y los 30°C. Si no quieres verla triste, cuídala de las corrientes de aire frío y las temperaturas extremas.

. Abónala una vez al mes durante primavera y verano

Aliméntala mensualmente mientras está creciendo, regularmente esto sucede durante la temporada de primavera y verano. Utiliza un fertilizante equilibrado y orgánico, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.

. Mantener sus hojas limpias en clave en los cuidados de la Palma Licuala

Limpia regularmente las hojas de la Licuala con un paño húmedo para eliminar el polvo y promover la salud de la planta. Si ves que tiene algunas hojas secas o dañadas, puedes recortarlas para que se vea más sana y fresca.

SINTOMAS

Hojas amarillas y suelo muy húmedo:
Exceso de agua, reubica tu maceta en un espacio más iluminado y cálido para acelerar el proceso de secado de la tierra. 

Hojas curveadas o con apariencia seca:
Falta de riego, muy poca humedad. Evita la exposición al sol directo y corrientes de aire frio (aire acondicionado). 

Si sus hojas se caen:
Exceso de riego, falta de luz natural o la combinación de los dos.