Riego: Charichuelo prospera en ambientes de alta humedad y lluvias regulares, con tolerancia moderada a la sequía. Riega una vez cada 2-3 semanas, permitiendo que la tierra se seque ligeramente. Preferente a condiciones al aire libre, charichuelo florece en suelos bien drenados que mantienen una humedad constante sin encharcarse.
Fertilizar: Para un crecimiento saludable, charichuelo requiere fertilizantes equilibrados trimestrales, ajustados estacionalmente. Aplicar diluido según las instrucciones, asegurando una cobertura uniforme del suelo con riego posterior. Precaución contra la sobre-fertilización; las pautas precisas son esenciales para prevenir quemaduras en las raíces y mantener la vigor durante los períodos activos de crecimiento.
Poda: Para promover un crecimiento saludable y la producción de frutos en charichuelo, poda a finales de la primavera, eliminando ramas muertas o enfermas. Esto mejora la circulación del aire y previene el exceso de crecimiento, reduciendo los riesgos de plagas. Utiliza herramientas limpias y afiladas para realizar cortes precisos y minimizar daños y riesgos de enfermedades.
Propagación:Charichuelo, nativo de regiones tropicales, es un árbol fructífero con frutas comestibles únicas. La injertación es el método de propagación más eficaz, garantizando la consistencia genética. Seleccionar madera de yema saludable y un patrón de raíces vigorosas para una unión exitosa, facilitando la reproducción de rasgos deseados y expandiendo las colecciones de jardín.