La luz

Las variedades de cebollas tienen diferentes necesidades de «duración del día», es decir, las horas de luz solar diarias necesarias para la formación de los bulbos. En otras palabras, durante la temporada de crecimiento, las latitudes del norte (piensa en Alaska) tienen días extra largos que convienen a varietales como la Walla Walla, mientras que las latitudes del sur no tienen esa luz diurna prolongada en verano, por lo que las cebollas de día corto como las Bermudas o las Vidalias funcionan bien en esos lugares. Las cebollas de día intermedio o neutro funcionan mejor en las latitudes medias y a menudo pueden crecer tanto en el norte como en el sur. Las cebollas dulces de día corto se consumen mejor frescas, ya que no se almacenan tan bien.

Suelo y nutrientes

Las cebollas prefieren un suelo bien drenado, ligeramente ácido y rico en nutrientes. Un lecho elevado de unos 10 centímetros funciona bien. Puedes considerar la posibilidad de añadir un fertilizante multiuso y compost a la tierra antes de plantar, si crees que tu suelo necesita más nutrientes. Después de añadir el fertilizante, aplica una capa lateral de fertilizante en una franja estrecha a 5 cm de la base de la cebolla, a razón de una libra por cada 100 pies de hilera. 

Dado que a las cebollas no les va bien si tienen que competir con las malas hierbas por los nutrientes del suelo, elimina las malas hierbas alrededor de las plantas con cuidado, teniendo en cuenta que las raíces de las cebollas no están muy abajo.