Es una planta cuya altura puede ir desde 80 a 150 cm. Sus hojas jóvenes de color verde claro y brillante, luego verde más oscuro. Sus flores son blancas y radiales. Los frutos por su parte son de color rojo con dos semillas cada uno. Crece con un solo tallo como planta joven, se vuelve más y más tupida cuando crece y se corta en consecuencia.

Sostenido en una olla, puede alcanzar alturas de hasta 150 cm. Pertenece a las plantas siempre verdes con vegetación superpuesta. Sus flores blancas puras y ligeramente perfumadas se desarrollan en la axila de la hoja de los brotes laterales. Con el cuidado adecuado, se espera la primera floración después de cuatro a ocho años.

Coffea Arabica desciende de los cafetos originales descubiertos en Etiopía. Los granos son más planos y más alargados que los de Robusta y más bajos en cafeína. Los mejores Arábicas son los cafés de alto crecimiento, generalmente entre 2,000 y 6,000 pies (610 a 1830 metros) sobre el nivel del mar, aunque la altitud óptima varía según la proximidad al ecuador.

El factor más importante es que las temperaturas deben permanecer suaves, idealmente entre 59 y 75 grados Fahrenheit, con aproximadamente 60 pulgadas de lluvia al año. Los árboles son abundantes, pero una fuerte helada los matará.

La planta florece con flores blancas pequeñas y fragantes en primavera. Las bayas resultantes maduran lentamente de verde a rojo brillante. Estas bayas contienen semillas, es decir, granos de café (que en realidad son frutas). Las plantas de café no comienzan a producir bayas hasta que tienen tres o cuatro años.

Cultivada al aire libre en condiciones favorables, la planta puede convertirse en un árbol de 12 metros; sin embargo, se pueden podar a un tamaño más pequeño como planta de interior. Los cultivadores de café profesionales suelen mantener sus árboles de cuatro a seis pies de altura para una cosecha conveniente.

Requerimientos de luz de la planta de café

Como una planta que crece naturalmente en la sombra del bosque, la coffea arabica necesita una luz indirecta fuerte. Se quemará con un sol fuerte y directo y desarrollará rápidamente manchas marrones y bordes de hojas.

En el interior, prefieren un lugar cerca de una ventana brillante. Les va bien con unas pocas horas de sol matutino suave: una ventana orientada al este suele ser ideal.