Género con distribución tropical y subtropical, con la mayor concentración de especies en el hemisferio sur, especialmente en África donde se encuentran 500 especies; 89 especies se conocen en América, 15 de ellas en Nicaragua.

Usos

CC. ochroleuca  se usa más frecuentemente como forraje y como cultivo de cobertura de abono verde. C. ochroleuca mejora la nutrición del suelo entre cultivos al sembrarse en rotación con otros cultivos comerciales.  Como cultivo forrajero, las hojas y tallos jóvenes y tiernos de  C. ochroleuca pueden suplementar la alimentación animal hasta un 10% (debe prestarse atención particular a limitar la ingesta de flores y semillas ya que contienen cantidades aún más altas del alcaloide antinutritivo que también se encuentra en  C. juncea).

Cultivo

• Elevación – hasta 2000 m
• Precipitación – se encuentra en planicies de inundación, pantanos y a lo largo de los ríos, aunque cuando ya está establecida también tolera condiciones muy secas
• Tipos de suelo – incierto
• Rango de temperatura – incierto; no tolera heladas
• Sensibilidad a la duración del día – sensible a los días cortos
• Luz – prefiere pleno sol

La semilla de C. ochroleuca debe sembrarse a 2-3 cm de profundidad (preferida, si es posible), o al voleo, a una tasa de 25 kg por hectárea, dependiendo del uso. El éxito de la germinación y el establecimiento pueden ser dependientes de las condiciones de humedad y de la exposición al sol (preferiblemente pleno sol). C. ochroleuca tolera suelos saturados de agua mucho mejor que su prima, C. juncea. Una vez establecida, C. ochroleuca requiere relativamente poco manejo.

La cosecha y producción de semillas

Si se utiliza como forraje, C. ochroleuca debe cosecharse 6-8 semanas después de la siembra. Para uso como cultivo de cobertura o abono verde, se recomienda cortar  C. ochroleuca 10-12 semanas después de la siembra, antes de la floración total de la parcela y antes de que la planta se vuelva demasiado fibrosas como para incorporarla