Beta vulgaris es una especie herbácea perteneciente a la subfamilia Betoideae de la familia Amaranthaceae. Económicamente, es el cultivo más importante del gran orden de los Caryophyllales.^[1]​ Existen numerosas variedades cultivadas, algunas para su consumo como verdura, y otras como materia prima industrial. Entre las primeras están la Beta vulgaris var. cicla (acelgas o bledas) y la Beta vulgaris subsp. vulgaris var. conditiva (remolachas de huerto o betabel) y entre las segundas, la Beta vulgaris subsp. vulgaris var. altissima (betarraga o remolacha azucarera), la de mayor importancia para producir sacarosa; y la Beta vulgaris subsp. vulgaris var. crassa (beterava o remolacha forrajera), que es un cultivo de forraje. Por lo general se reconocen tres subespecies. Todos los cultivos pertenecen a la subespecie Beta vulgaris subsp. «vulgaris».

Orígenes

El origen de la especia Beta vulgaris se encuentra en Mesopotamia, y probablemente allí se hicieron las primeras cosechas que formaron parte de los inicios de la sedentarización del ser humano. Los primeros registros escritos de su utilización como planta medicinal vienen de los griegos, y médicos, Dioscórides, Galeno e Hipócrates.

Características

Existen tres variedades importantes: la remolacha azucarera, la remolacha forrajera (destinada para la alimentación de animales) y la remolacha de huerta, de color rojo intenso que por lo general se encuentra cruda y cocida en los supermercados. La remolacha se cultiva también como verdura para el consumo de las personas, y como componente principal del bioetanol.