Los berros son los brotes tiernos y las hojas
de la planta del berro, herbácea de tallos
rastreros de la familia de las crucíferas.
Son de las pocas hortalizas que crecen de forma
espontánea en el medio acuático. Crecen de forma silvestre
en aguas estancadas o con poca corriente, en manantiales,
arroyos y orillas de los ríos. Tienen un aroma característico y un
sabor ligeramente picante pero con un punto de dulzura que recuerda en parte al
sabor de la mostaza; aunque si los berros se recogen cuando están muy crecidos, sus
hojas resultan demasiado picantes. Éstas son de color verde con limbo ancho. Las flores
son pequeñas y blancas y se reúnen en racimos o panículas terminales.
Originario de Europa y apreciado por los romanos y cultivado en Francia desde
el siglo XVII, el berro tuvo un gran desarrollo en el siglo XIX, especialmente en la
región parisiense y en Normandía. Antiguamente se consideraba una mala hierba, y
sin embargo, hoy en día es una planta que goza de fama internacional en la alta
cocina.
Su nombre científico, Nasturtium viene del latín nasus = «naríz» y tortus = «torcido»
debido al olor picante de la planta que irritaba la nariz. Oficinal, indica que la planta
se utilizaba en farmacia.

Siembra y trasplante

El berro es una planta que necesita crecer en un hábitat húmedo. A la hora de sembrar tienes que evitar los lugares de exposición solar y, en caso de que no se pueda, debes regar en abundancia para que el terreno permanezca húmedo.

Hay dos formas de sembrar el berro: colocar las semillas en la tierra, o plantarlo en una maceta para luego trasplantarlo a un espacio húmedo. En cualquiera de los dos casos, se debe mezclar arena de piedra caliza, abono orgánico y tierra en iguales medidas. La arena sirve para mantener las condiciones alcalinas que la planta necesita.

Debes saber que el berro necesita una profundidad mínima de 15 cm y una distancia de 10 cm entre planta y planta.

El momento idóneo para la siembra del berro es a finales de otoño y principios de primavera, es decir, entre finales de febrero y principios de marzo.

Riego

El berro es una planta que necesita mucha agua para su crecimiento y es por eso que hay que regarlo de manera constante a lo largo de todo su ciclo.

Plagas y enfermedades

Existen dos plagas principales que atacan al berro cultivado a nivel doméstico:

• Los caracoles, que succionan y mastican las hojas y los brotes tiernos. Se combaten con facilidad y de manera ecológica de varias formas:
  • Retirándolos manualmente.
  • Empleando una trampa para caracoles.
  • También puedes optar por emplear un anti-limaco.

• La vaquita del berro es un insecto pequeño, de aproximadamente medio centímetro de largo, de color negro y que devora las hojas, produciendo así graves daños. No existen tratamientos ecológicos aptos para esta plaga, por lo que la mejor forma de combatirlo es atraer fauna auxiliar que se alimente de estos coleópteros.