Pueden florecer en distintas épocas del año; en su hábitat natural lo hacen a lo largo de todo el año.

En climas que no sean tropicales o subtropicales se utiliza como planta de interior. Hay que tener en cuenta que pierden bastante atractivo a partir de los 3 años; entonces conviene renovarlas.

La Sanchezia prospera bien en una exposición iluminada pero sin recibir directamente los rayos del sol especialmente en las horas más cálidas del día.

Un suelo ideal para estas plantas sería una mezcla de una tercera parte de mantillo de hojas y el resto de tierra de brezo. El trasplante se realizará a principios de primavera.

Regar con agua sin cal 2 veces a la semana a razón de un vaso de agua por planta. Es muy importante que tengan una humedad ambiental alta para lo cual conviene rocíar las hojas de vez en cuando y colocar bajo la maceta unas piedras que iremos humedeciendo. Cada 2 semanas sumerja la maceta en agua sin cal durante unos 10 minutos y deje escurrir bien.

Requieren poco abonado especial; es suficiente con añadir un fertilizante de liberación lenta al iniciarse la primavera.

Conviene podarlas a finales de invierno para eliminar ramas dañadas y darles un porte más compacto.

Puede ser atacada por cochinillas si la humedad ambiental no es suficiente.

Es posible propagarlas en verano a partir de esquejes (de al menos 15 cm de longitud) pero necesitaremos que enraicen en un recipiente con calor de fondo.