Prunus glandulosa ‘Alba Plena’ prospera en suelos arcillosos bien drenados, con un pH de 6.0-7.5, adaptándose a condiciones ácidas a ligeramente alcalinas. El suelo nativo suele ser rico en materia orgánica e incluye arena, arcilla y limo, proporcionando una textura equilibrada. Para un crecimiento óptimo, mezcla el suelo del jardín con partes iguales de compost y arena para mejorar el drenaje. Asegúrate de que la mezcla de suelo esté suelta y bien aireada. Para evitar el encharcamiento, considera usar camas elevadas o contenedores con orificios de drenaje. Incorpora un fertilizante balanceado de liberación lenta en primavera y evita el exceso de riego.