Cómo injertar rosas

1. Riega los rosales donde harás los injertos.
2. Prepara el patrón receptor del injerto. Para ello, realiza una incisión en el tronco o rama en forma de “T”, de unos 2 cm de ancho y 2,5 cm de alto. Esta incisión debe hacerse, como mínimo, por encima de los 4 cm del suelo.
3. Abre los lados de la corteza hacia afuera.
4. Prepara la yema que vas a injertar. Corta la rama que contenga las flores de donde extraerás la yema para quitar parte de la madera que sobra. A esta rama se le llama el vástago o brote. La rama debe tener unos 6 mm de diámetro.
5. Injerta la yema dentro del patrón, haciendo que coincidan y que queden en contacto la yema y la corteza del patrón.
6. Amarra el injerto con rafia o nylon, de tal manera que, al empezar a crecer, pueda salir con facilidad. Deja el capullo descubierto.
7. Pasados unos 10 días, quita el amarre para que la nueva planta empiece a crecer libremente y con éxito. Un indicador de que el injerto fue exitoso es que puedas ver el peciolo de las hojas, luego de unos 15 días.
8. Cuando el injerto tenga más de 10 cm, corta por completo la parte superior del patrón.
9. Si el injerto se hizo en un patrón plantado en maceta, lo debes trasplantar a un jardín al año siguiente para que se convierta en un rosal nuevo y crezca con nuevas ramas y flores. 

El género Rosa comprende más de 200 especies nativas del hemisferio norte. No se conoce la cantidad real debido al gran número de hibridaciones pero se calcula que pueden existir unas 40000 variedades. Actualmente, las variedades comerciales de rosa son híbridos de especies de rosas ya desaparecidas. 

Los rosales son plantas arbustivas, algunas trepadoras, con tallo generalmente espinoso que alcanzan de 2-5m de altura.

– Tallo: Presentan tallos semileñosos, casi siempre erectos (en ocasiones son rastreros), de textura, en su mayoría rugosa y escamosos, con notables formaciones epidérmicas de variadas formas, estípulas persistentes y bien desarrolladas (espinas).

– Hoja: Sus hojas pueden ser perennes o caducas, pecioladas, compuestas e imparipinnadas, con foliolos de margen serrado (5-11 foliolos). Por lo general, suelen presentar glándulas anexas sobre los márgenes que pueden ser odoríferas o no.

– Flor: Debido a la gran cantidad de hibridaciones, existen flores de diversas formas y características diferentes. Por lo general, son hermafroditas, con simetría radial, perianto bien desarrollado y se disponen de forma solitaria o en inflorescencias en corimbo.