Típicamente se le conoce como Orquídea Terrestre u Orquídea Filipina, también se le conoce como orquídea de jardín. Es una especie originaria de Asia y una de las orquídeas terrestres más comunes en esa región y de fácil cultivo.
La orquídea florece todo el año, usualmente en primavera. Las flores típicamente son de color morado, rosa, blanco, e incluso hay algunas variaciones en color amarillo.
Esta orquídea puede crecer en una maceta o en la tierra directamente, y se adapta bien a la luz solar y a los ambientes relativamente fríos.
No es necesario ser un gran experto para disfrutar de la exótica belleza de las orquídeas, pero seguir estos consejos básicos puede ayudar:
Es recomendable tener un espacio donde se puedan colgar. Ya sea sembradas en maceta o adheridas a trozos de corcho o troncos, es bueno proveerles de buena circulación de aire.
Las condiciones de luz adecuadas son media sombra o sol filtrado.
Es bueno que se rieguen cada 1-2 días. Si la humedad es alta durante la temporada de lluvias, se puede saltar el riego ese día. Lo ideal es regar temprano y profundamente durante varios minutos.
Preparar agua con un PH ácido de 5.5 con vinagre blanco para regar no sólo ayudará a mejorar la calidad del agua y evitar las manchas que deja el sarro en las hojas y macetas.
Monitorear constantemente para detectar posibles hongos o enfermedades puede evitar una infección en toda la colección, en esos casos es mejor separar a la planta y tratarla aparte o deshacerse de ella.
Fertilizar de manera regular, con un fertilizante soluble en agua, si es orgánico mucho mejor.
Finalmente el trasplante a un sustrato adecuado para este clima es indispensable si queremos que la planta sobreviva.