Riego: Orégano francés, originaria de regiones semiáridas, prospera en condiciones más secas y es resistente a la sequía. Regar semanalmente satisface sus necesidades moderadas de humedad. A menudo cultivada en contenedores, requiere un suelo que drene bien para prevenir el encharcamiento, lo que mejora su follaje aromático.
Fertilizar: Para ‘orégano francés’, utiliza fertilizantes con alto contenido de nitrógeno mensualmente (primavera a otoño, escasamente en invierno) a media potencia para promover un follaje saludable. Riega el suelo previamente para evitar quemaduras en las raíces y ajusta la frecuencia de fertilización según las etapas de crecimiento para asegurar una salud y establecimiento óptimos.
Poda: Orégano francés presenta hojas aromáticas y carnosas y crece rápidamente. Poda a principios o finales de la primavera para promover la frondosidad, eliminando los tallos alargados y el follaje muerto. Asegúrate de que haya una buena circulación de aire y penetración de luz solar, y mantén las herramientas limpias para evitar la sobrepoda, lo que puede estresar a la planta.
Propagación: Nativa de regiones tropicales, orégano francés es valorada por sus hojas aromáticas y propiedades medicinales. Propágala a través de esquejes de tallo, eliminando las hojas inferiores y enraizando en agua o suelo húmedo. Proporciona calor y luz indirecta brillante para un desarrollo fuerte de raíces, haciendo que la propagación sea accesible para principiantes.
Cambio de maceta: Transplanta orégano francés cada 2-3 años durante la primavera para apoyar un crecimiento moderado. Usa una maceta ligeramente más grande para prevenir el exceso de agua. Después del trasplante, mantiene una humedad constante y proporciona luz indirecta. Evita el suelo compactado para una salud y crecimiento óptimos.