Plantar un olivo
Este es un momento clave para tu olivo, porque aquí comienza a echar raíces, y dependiendo de la temperatura y ubicación esta tarea le resultará más sencilla o complicada. Recomendamos los meses con temperaturas medias, evitando el calor del verano y el frio invernal, primavera podría ser una gran opción. Un tip de Casaplanta, si tienes a tu olivo en maceta durante los primeros años cambia su ubicación según la temperatura para unas mejores raíces.
La luz
Al olivo le encanta el sol, directo y abundante, por esto no te preocupes. Simplemente evita ubicaciones oscuras o con semi-sombra para que tu nuevo árbol crezca sano.El árbol olivo gestiona su propia luz con la disposición de sus ramas, controla la luz que quiere que entre hasta su copa moviendo sus hojas y estructura a lo largo de las estaciones e incluso del propio día. Así que, no te preocupes, deja que tu olivo absorba toda la luz y el mismo la regule.
Abono
Cuando os dijimos que el olivo no era exigente en sus cuidados no os mentimos, únicamente debes abonarlo una vez al año, concretamente al finalizar el invierno y comenzar el otoño. Eso sí, debemos recordar que el empleo de abono en tu olivo tiene que venir acompañado de una buena poda como te hemos explicado, ambos elementos combinados (con algún que otro consejito de este blog) te ayudarán a tener un olivo fuerte y sano.
El suelo
La única característica que necesita en relación al suelo es que drene bien, porque no soporta excesos de agua, por lo demás, la calidad o tipología del terreno no le suele afectar demasiado. Como tip, a la hora de generar su estructura de raíces, facilitaremos esta labor al olivo si la tierra en la que se encuentra plantado está suelta. Un suelo compacto complica la penetración de la raíz y su crecimiento.