La naranja Cara Cara es una gran fuente de antioxidantes. En primer lugar, el aspecto exterior es como una naranja Navel normal, con la diferencia que la naranja Cara Cara sorprende por su interior. Su pulpa es de color rosa oscuro tirando o rojiza. Sin embargo, estas no son naranjas de la sangre puesto que su zumo no es rojo sino naranja.
No es solo su hermoso color lo que los hace sobresalir, sino que tienen un sabor extraordinario.
En comparación con las naranjas navel tradicionales, las Cara Cara son más dulces, ligeramente amargos y menos ácidos, con un toque de fruta roja, como el arándano o la mora.
Y si eso no es suficiente, porque además tampoco tienen semillas.
La época de cosecha del naranjo Cara Cara en la zona central es entre julio y agosto, dependiendo del clima y la zona de cultivo. Se recomienda cosechar las naranjas cuando estén bien maduras, ya que no maduran más después de ser cortadas del árbol.
Los cuidados del naranjo Cara Cara son similares a los de otros cítricos, como el limonero o el mandarino. Algunos aspectos importantes son:
Elegir un lugar con buena exposición al sol y protegido del viento.
Plantar el árbol en un suelo bien drenado y rico en materia orgánica.
Regar el árbol con frecuencia, pero sin encharcar el suelo. Se puede reducir el riego en invierno y aumentarlo en verano.
Abonar el árbol con fertilizantes para cítricos, siguiendo las indicaciones del fabricante.
Podar el árbol para eliminar las ramas secas, deterioradas o que entorpezcan el crecimiento. La poda se puede hacer después de la cosecha o antes de la floración.
Después de que el árbol haya dado frutos y antes de que comience su crecimiento nuevamente, Manuel Gras recomienda realizar una poda de mantenimiento para controlar su tamaño y promover la próxima producción.
Es importante también eliminar los chupones, que son ramas que surgen del centro del árbol y consumen nutrientes sin producir frutos. Al quitarlos, se fortalece el resto del frutal.
Una vez tengas preparado el nuevo contendedor, añade sustrato especial para cítricos y un poco de abono de liberación lenta en la base. Vuelve a añadir más sustrato y planta el cepellón.
Podrás mantener el naranjo en esa maceta durante 3 o 4 años, pero, al cabo de ese tiempo, requerirá un nuevo trasplante.
Claro, siempre y cuando le proporcionemos los requerimientos que necesita, el naranjo podrá fructificar sin problema cultivado en maceta. Lo que puede variar es que, según la variedad, cambie el tamaño o sabor de la naranja.
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