Se suelen utilizar para formar setos y en macetas (aunque florecen mucho menos) para terrazas y balcones, además de como planta de interior (en un lugar bien iluminado) y también para hacer bonsais. Crecen bastante rápido cuando los ejemplares son jóvenes pero después van raletizando dicho crecimiento.

El Naranjo jazmín precisa de una exposición de pleno sol o de semisombra y un clima mediterráneo, tropical o subtropical ya que no resiste las heladas.

El suelo para estas plantas deberá estar bien drenado y contener bastante materia orgánica. El trasplante es mejor llevarlo a cabo en primavera.

Regar de forma abundante durante el verano e ir reduciendo los riegos hasta moderarlos en invierno (no dejar que la tierra se seque por completo).

Es suficiente con un abonado al año (a principios de primavera) a base de compost o estiércol.

Pueden podarse para darles forma y controlar su crecimiento al comenzar la primavera.

Son plantas propensas al ataque de plagas como los pulgones, la mosca blanca y las cochinillas.

Se propagan a partir de semillas sembradas en primavera y mediante esquejes realizados a finales de verano.