IMPORTANCIA DEL CULTIVO
La tara, es una leguminosa forestal que más se utiliza en la industria, aprovechando la vaina y la semilla.
– VAINA. Se obtiene taninos, utilizados en curtiembre, tintorería, medicina, en la fabricación de plásticos y
adhesivo, fabricación de resinas, protección de metales, conservación de aparejos de pesca, clarificador de vinos
y cervezas, sustituto de la malta, cosmetología, componente de las pinturas, antioxidante en la industria del
aceite y manufactura de papel. 

¿CÓMO PLANTAR?
Hacer el hoyo de plantación de 60 x 60 x 60 cm, colocando la tierra superficial a un lado «A» y la tierra del fondo
al otro lado «B». Aplicar al fondo 1 kg de Guano de las Islas*, luego unos 5-10 kg de compost, posteriormente una
mezcla de tierra superficial + compost. Realizar la plantación, colocando la planta en el hoyo cubriéndola con el
resto de tierra mezclada con compost quedando el cuello de la planta a ras del suelo, apisonar para que no
queden bolsones de aire, posteriormente regar.

¿CÓMO PLANTAR?
Hacer el hoyo de plantación de 60 x 60 x 60 cm, colocando la tierra superficial a un lado «A» y la tierra del fondo
al otro lado «B». Aplicar al fondo 1 kg de Guano de las Islas*, luego unos 5-10 kg de compost, posteriormente una
mezcla de tierra superficial + compost. Realizar la plantación, colocando la planta en el hoyo cubriéndola con el
resto de tierra mezclada con compost quedando el cuello de la planta a ras del suelo, apisonar para que no
queden bolsones de aire, posteriormente regar. 

MOMENTO DE ABONAMIENTO
Plantas jóvenes. El objetivo es obtener plantas con un buen sistema radicular, una buena copa y buena área
foliar; es decir, prepararlas para la etapa productiva de 30 años o más.
Fraccionar la dosis de abonamiento en 4 aplicaciones por año, lo cual permitirá un mejor aprovechamiento de
los nutrientes por la planta.
Plantas en producción. Está orientado a obtener buena producción y de calidad. Fraccionar la dosis de
abonamiento en dos partes.
– La mitad de la dosis, aplicar antes de floración, para estimular la floración y fructificación.
– La otra mitad, aplicar tres meses después, para estimular desarrollo del fruto y para que la planta acumule
reservas nutricionales, que utilizará en la campaña siguiente.