La planta es resistente y puede crecer hasta una altura de 1 m. Flores péndulas y rosadas, hojas grandes y brillantes.

La consuelda se ha utilizado en la medicina popular como una cataplasma para el tratamiento de quemaduras y heridas. Sin embargo, el consumo interno, como en forma de tisana, no es recomendable, ya que ha sido muy debatido sobre si puede causar daño grave al hígado.

Contiene alantoína que tiene un efecto cicatrizante, reepitelizante; los mucílagos actúan como demulcente (hidratante, antiinflamatorio); los taninos son astringentes (antidiarreico, hemostático local).

Indicado para el tratamiento de la gastritis, úlceras gastroduodenales, diarreas y síndrome del intestino irritable. En uso tópico: Escoceduras, eccemas secos, prurito, grietas de los senos, ictiosis, psoriasis, distrofia de la mucosa vulvovaginal, parodontopatías, tendinitis, bursitis, inflamaciones osteoarticulares, contusiones, hematomas. Tradicionalmente se empleó para acelerar la consolidación de fracturas.

La consuelda prefiere suelos húmedos y fértiles, pero se adapta a muchos suelos con un pH de 6,5 a 8,5. Sin embargo, el mejor rendimiento se produce en suelos con un pH de 6,0 a 7,0. Crece bien a pleno sol o en sombra parcial. La hierba se puede cultivar a partir de semillas y esquejes, pero crece mejor a partir de coronas de raíz desnuda iniciadas en una maceta en lugar de directamente en el jardín. La consuelda es resistente al frío, muere en invierno y vuelve a crecer en primavera. Debe dividirse cada pocos años para mantener la planta saludable con suficiente espacio para el sistema de raíces.

Se debe permitir que las plantas desarrollen raíces bien desarrolladas durante el primer año. El año siguiente, permita que las plantas florezcan al menos una vez durante la temporada para proporcionar el forraje con alto contenido de néctar que tanto gustan a las abejas y otros polinizadores. Cuando las plantas de consuelda alcanzan unos 60 cm de altura, se pueden cosechar cortándolas a 5 cm del suelo. Con frecuencia, las plantas pueden crecer hasta una altura de entre 90 y 150 cm.

Las hojas de consuelda recién cortadas son un buen mantillo, ya que tienen un alto contenido de nitrógeno (17 %). Su alto contenido de potasio las hace beneficiosas para los tomates, las patatas, los pimientos y los pepinos, así como para las bayas y los árboles frutales. Se puede preparar fertilizante líquido triturando las hojas y dejándolas en remojo en agua durante 3 a 6 semanas en un barril tapado. El “té de consuelda” resultante, que tiene un olor apestoso, se puede utilizar puro o diluido con agua.