es un producto con un alto contenido de fósforo, calcio y silicio, importantes para procesos fisiológicos como el enraizamiento, macollamiento y desarrollo del cultivo; además provee a la planta resistencia contra plagas y enfermedades.

El silicio beneficia las plantas cuando están bajo condiciones de estrés. Se ha comprobado que mejora la tolerancia a las sequías y retrasa la defoliación prematura de algunos cultivos que no se riegan y mejora la capacidad de resistencia de las plantas a las toxicidades de micro-nutrientes y de otros metales (por ejemplo: aluminio, cobre, hierro, manganeso, zinc, etc). Además, el silicio ayuda a incrementar la resistencia del tallo.