Situación y temperaturas

El bonsái de rosa del desierto debe estar en exterior a pleno sol. No soporta el frío ni la humedad y precisa de mucha iluminación para un correcto cultivo. Debemos protegerlo de las temperaturas más bajas de 10 grados y en cambio las altas no le afectan, puede llegar a soportar hasta 70 grados.

Puede llegar a perder las hojas por el frío pero no debemos preocuparnos ya que volverán a brotar en primavera.

Riego

Es una especie que no tiene exigencias con el riego. Regaremos de forma moderada, con hacerlo un par de veces a la semana será más que suficiente. Como el resto de suculentas mejor pecar de regar de menos que regar en exceso.

Abonado

Abonaremos al comienzo de la primavera y en otoño con abono sólido de liberación lenta. Si queremos fomentar la floración debemos suministrarle abono rico en potasio.

Sustrato recomendado

El adenium obesum no es una especie exigente en cuanto a la calidad del sustrato. Podemos usar la mezcla clásica de akadama y kiryuzuna a 70/30 o si preferimos akadama y grava volcánica en proporción 70/30 también.

Trasplante

Trasplantaremos nuestra rora del desierto a principios de la primavera antes de la floración.

Cada cuanto tiempo trasplantar rosa del desierto

Trasplantaremos cada 2-3 años.

¿Cómo reproducir el Adenium obesum?

La suculenta rosa del desierto es una variedad que puede propagarse mediante semilla o mediante esquejes. Aunque ambos métodos son igual de válidos, la rapidez y sencillez del segundo lo convierten en el más habitual.

Reproducción mediante semillas

Puedes recolectar las semillas de tu propia rosa del desierto o adquirirlas en un centro de jardinería. Si las cosechas de tu planta, recuerda hacerlo después de la floración. Se encuentran en el interior de una especie de vaina.

Para hacer el semillero de adenium, introduce sustrato especial (que drene bien), planta las semillas y humedece todo. Con un plástico trasparente, cúbrelo bien para que favorezca la germinación de las semillas y sitúalo en lugar cálido con una luz indirecta.

Mantén cierta humedad en el sustrato durante los primeros días (sin excederte) y, al cabo de un tiempo verás cómo comienzan a surgir las plántulas. Cuando alcancen cierta altura, trasplántalas a macetas individuales.