En cualquier exposición o gran colección, además de arces y juníperos, no puede faltar un pino. Los que no conocen el arte del bonsái seguramente queden asombrados al observar un pino con las agujas reducidas y creciendo en tan poca tierra.
Lo cierto es que los pinos presentan características maravillosas: follaje denso y con agujas pequeñas, corteza abotonada y maderas muertas que simulan una imagen más realista y natural.
Hay que distinguir los distintos tipos de pinos que se pueden cultivar como bonsái, ya que no todos son son agradecidos con las técnicas para reducir la hoja.
Tipos de bonsái pino
Como ya hemos adelantado, no todos los pinos son recomendados para formar como bonsái, ya que hay algunas especies como el pino piñonero o el canario forman unas agujan tan grandes, que su formación como bonsái resulta muy complicada. Veamos pues los principales pinos que se emplean en esta arte:
Pinus thunbergii bonsái
El pino negro japonés o “kuromatsu” es una especie originaria de las zonas suaves de japón. Se caracteriza por su madera abotonada de color oscuro, y por sus acículas de pequeño tamaño que crecen en pares.
Los pinos negros son un tipo de árbol muy vigoroso, que en su hábitat natural puede llegar a medir hasta 40 metros.