Cuidados de una cryptomeria

Las cryptomerias crecen en los bosques japoneses, donde las temperaturas en invierno bajan frecuentemente de 0 grados. Se trata pues de una especie con resistencia a las heladas. Necesitan una gran exposición solar, como la mayoría de las coníferas, aunque en verano hay que tener cuidado con el calor extremo y viento secante, pues las hojas pueden secarse.

Se trata de una especie de crecimiento lento, pero con los años se consiguen troncos realmente espectaculares y copas muy densas.

Orientación de un bonsái de cryptomeria japonica

Hay que ubicar a nuestro bonsái de cryptomeria en un lugar a pleno sol. De lo contrario el color del follaje comenzará a perder intensidad y la planta se debilitará. Aguanta perfectamente todo el año una exposición en exterior, pues resiste muy bien la diferencia de temperaturas.

En verano, en caso de que en nuestra zona haya frecuentemente vientos secos, ubicaremos al bonsái en un lugar más resguardado, pero siempre con la suficiente iluminación.

Riego de un bonsái de cryptomeria japonica

Regaremos abundantemente durante toda la etapa de crecimiento vegetativo. Hay que tener especial atención en verano, ya que no le sientan nada bien los secones. En caso de calor excesivo podemos regar también la copa del árbol para ofrecer una mayor humedad.

Aunque puede vivir en terrenos muy húmedos hay que evitar encharcar el sustrato, por lo que siempre dejaremos que la capa superficial del sustrato se seque entre riego y riego.

Abonado de una cryptomeria japonica

Emplearemos abono orgánico de liberación prolongada durante los periodos de crecimiento vegetativo, es decir desde primavera hasta otoño. En caso de ejemplares jóvenes podemos usar un abono líquido cada 15 días para favorecer un crecimiento más rápido y vigoroso. Podemos suspender el abonado temporalmente durante los días más calurosos del año, pues la planta detendrá su crecimiento.

Pinzado y poda de la cryptomeria japonica

Pinzaremos los brotes nuevos desde finales de primavera hasta finales de verano. Lo haremos con los dedos, eliminando las agujas pero siempre dejando unas pocas, ya que de lo contrario la rama se secará.

Riego

El riego se debe realizar de forma constante cuando el bonsái está en etapa de crecimiento, pero durante el verano debe disminuirse. Si el bonsái no cuenta con agua suficiente ni humedad, es posible que el ejemplar se vea afectado y comenzará a perder hojas. Esta especie no tiene resistencia a la sequía.

Se debe utilizar una regadera con agujeros muy finos para que el agua penetre de mejor forma la superficie del sustrato y que esto lo haga con suavidad. No pulverizar las hojas ni mantener el lugar donde el ejemplar está muy húmedo, la humedad en exceso también deteriora el bonsái. El exceso de humedad permitirá la aparición de hongos y otras enfermedades.

Regar el bonsái es una tarea que permitirá el sano crecimiento del mismo, además que mejorará las condiciones del sustrato. Las largas raíces del cedro japonés captarán el agua que se encuentre no solo en la parte superficial del sustrato sino también en la profundidad.