Como planta tropical que es, la bougainvillea necesita pleno sol para poder florecer adecuadamente, por lo que en ningún caso trataremos esta especie como un bonsái de interior.
Es bastante sensible a las heladas por lo que podemos proteger a nuestro bonsái en cuanto las temperaturas bajen de 0 grados.
En cualquier caso, no hay que alarmarse si la planta pierde las hojas con la bajada de las temperaturas, ya que en zonas más frías se comporta como semicaduca.
Las buganvillas tienen un sistema radicular muy fino y sensible, por lo que es especialmente importante el uso de un sustrato que sea poroso.
Por otro lado, prefiere un tipo de tierra ligeramente ácida, de tal forma que un sustrato recomendable sería akadama mezclado con un 30% de kiryuzuna o, si lo preferimos, kanuma.
Regaremos en cuanto el sustrato comience a secarse por la parte superficial.
Es importante mantener siempre la humedad, ya que al ser una planta tropical necesita un extra de humedad para estar correctamente hidratada.
En cualquier caso se recomienda regar con agua de ósmosis, ya que la presencia de sales disueltas en el agua modificará el PH del sustrato y, por ende, provocará problemas de cultivo en nuestra planta.
Las bougainvilleas son arbustos trepadores por lo que tienen tendencia a formar brotes en el ápice, que a su vez sirven para poder agarrarse a otros árboles.
Para formar la estructura del bonsái, pinzaremos con mayor intensidad en el ápice, de tal forma que el vigor se distribuya en las ramas más bajas.
Es conveniente pinzar una vez se haya producido la floración, pues de esta forma podremos disfrutar de ella durante más tiempo.
Es recomendable podar a dos yemas, ya que forzaremos a la planta a emitir nuevas ramas directamente desde la madera vieja.
Las flores se producen en los nuevos brotes, por lo que a mayor número de brotes y ramas que formemos, mayor será la cantidad de flores que forme nuestro bonsái.
Abonado: Aplique abono sólido orgánico una vez al mes o use un abono líquido de manera semanal durante la temporada de crecimiento o cada dos semanas en el invierno.
Poda y Alambrado: Corte los brotes después de haber florecido el árbol, dejando dos hojas en cada brote. Pode las ramitas pequeñas y las ramas en el otoño o en el invierno. La Bougainvillea puede brotar a partir de la madera vieja después de una poda fuerte. Si desea que el árbol florezca, no debe pinzarlo y podarlo demasiado en el verano. Emplee pasta selladora en las heridas grandes producidas en la poda, pues estas heridas sanan muy lentamente. El alambrado puede realizarse en los brotes y ramas jóvenes, pero las ramas más viejas son muy rígidas y se rompen fácilmente. Tenga cuidado con las espinas cuando alambre su Bougainvillea.
Trasplante: Trasplante las Bougainvilleas más pequeñas cada dos o tres años. Los especímenes más grandes pueden trasplantarse entre tres y cinco años. Para esta especie es apropiado emplear un substrato estándar bien drenante. Las raíces de las Bougainvilleas son amarillas, finas y delicadas. ¡Tenga cuidado en no desgarrar las raíces cuando saque la masa de raíces de la maceta! Desenrede las raíces cuidadosamente y no use para ello el rastrillo de raíces empleando demasiada fuerza. La poda de las raíces si la tolera adecuadamente.
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